En las últimas dos semanas, el comando de campaña demócrata en Estados Unidos fue golpeado por una serie de malas noticias que pusieron en tela de juicio la candidatura de Joe Biden. Desde el fatídico debate presidencial con Donald Trump, la presión externa e interna sembró un manto de duda sobre la continuidad de la presidencia de Biden, que ahora enfrenta una etapa crucial de definición.
En las últimas 24 horas, tres eventos exacerbaron la crisis en torno a la candidatura de Biden. En primer lugar, la fórmula Trump-Vance ha recibido un respaldo republicano total, fortaleciendo al magnate. En segundo término, Biden cometió un error grave al olvidar el nombre de su secretario de Defensa. Finalmente, el diagnóstico de COVID-19 del presidente añadió más incertidumbre a su candidatura.
Este panorama llevó a figuras prominentes del Partido Demócrata a presionar para que Biden desista de su candidatura y permita el ascenso de otro candidato, posiblemente Kamala Harris. Según reportan los principales medios norteamericanos, Barack Obama y Nancy Pelosi han intentado comunicarse con Biden para discutir su futuro político.
“Las diferentes presiones demócratas buscan lograr una renuncia de Biden sin que se vea como un derrocamiento o convulsión de cara a los votantes”, explicó el analista internacional Tomás Listrani en diálogo con medios de comunicación. “Si el actual presidente desiste por cuenta propia, se puede construir una alternativa de emergencia de cara a la convención demócrata que se desarrollará en exactamente un mes.”
El tiempo corre y las posibilidades de construir una alternativa sólida frente a Donald Trump se achican. Las encuestas muestran números preocupantes para los demócratas, quienes ahora miran con mayor preocupación los resultados de las encuestas, que no favorecen su causa.
Uno de los principales objetivos del debate presidencial era mostrar a Biden como un presidente firme, en contraste con la percepción de debilidad asociada a su edad. Sin embargo, el desempeño del mandatario en el debate tuvo consecuencias más graves de lo esperado. Según Jorge Argüello, exembajador argentino ante Estados Unidos, “se produjeron dos hechos que marcaron a fuego la campaña y los dos son negativos para la postulación de Biden: el debate con Trump y el intento de asesinato en Pensilvania”.
Diego Guelar, otro exembajador en Washington, añadió que “este es un tema muy traumático para el Partido Demócrata con una crisis profunda que tienen que resolver con urgencia”, especialmente con la Convención Nacional Demócrata programada para el 19 de agosto y la dificultad de construir un nuevo candidato.
Los expertos coinciden en que, si Biden decide declinar su candidatura, lo hará para evitar un quiebre demócrata público que podría perjudicar sus posibilidades en las elecciones del 5 de noviembre.
Por su parte, Donald Trump parece haber capitalizado el intento de asesinato que sufrió el sábado en un mitín de campaña en Pensilvania. “Tuvo una velocidad de reflejos impresionante para levantarse y de inmediato gritar: ‘a luchar, a luchar’. Es una idea de liderazgo que hoy el electorado estadounidense puede valorar ante la falta de liderazgo que existe en el país,” reflexionó Argüello.
Con la candidatura de Biden tambaleándose y Trump capitalizando cada oportunidad, el futuro político de Estados Unidos se enfrenta a un momento decisivo que podría redefinir la contienda electoral.