El Partido Republicano aprobó este lunes un programa electoral que destaca por su enfoque en la deportación masiva de inmigrantes, en caso de que su candidato, Donald Trump, gane las elecciones del 5 de noviembre.
El Comité Nacional Republicano respaldó un programa de 20 puntos diseñado para un eventual segundo mandato de Trump, quien será oficialmente nominado durante la próxima convención del partido en Milwaukee, Wisconsin.
El plan refleja la conocida retórica antiinmigración de Trump, proponiendo detener lo que denomina como “invasión migrante” en Estados Unidos y llevar a cabo la operación de deportación más grande de la historia del país.
Entre los puntos más destacados del programa se incluye poner fin a la inflación y posicionar a Estados Unidos como líder energético global. En política exterior, Trump se compromete a prevenir conflictos internacionales, restaurar la paz en Europa y Oriente Medio, y desarrollar un sistema defensivo contra misiles similar a la Cúpula de Hierro de Israel.
Además, el programa busca erradicar los cárteles de drogas extranjeros, combatir la violencia de pandillas, y modernizar las capacidades militares estadounidenses para mantener su posición como la más fuerte del mundo.
En materia económica, Trump promete mantener la supremacía del dólar estadounidense y proteger el programa de salud pública Medicare sin recortes. Sin embargo, el programa también incluye propuestas controvertidas como reducir la financiación federal para colegios que aborden temas de racismo e identidad de género, y oponerse a la participación de mujeres trans en competiciones deportivas femeninas.
Finalmente, el programa reafirma la preocupación por la integridad electoral, promoviendo teorías no fundamentadas sobre fraude electoral, una narrativa que Trump sostuvo desde su derrota en las elecciones de 2020 frente a Joe Biden.
Trump, quien dominó las primarias republicanas, aguarda su confirmación oficial como candidato durante la Convención Nacional Republicana del 15 al 18 de julio en Milwaukee, en contraste con la división que enfrentan los demócratas, especialmente tras un debate presidencial decepcionante para Joe Biden el pasado 27 de junio.