Todos los que tenemos un gato en casa observamos a diario cómo nuestra mascota hace cosas que, aunque a nosotros nos parezcan extrañas, en realidad son completamente normales y forman parte de su naturaleza. Hay algo que debemos saber sobre los gatos, y es que son extremadamente limpios. Dedican mucho tiempo cada día a acicalarse, así que el hecho de que el gato se lama la cola es normal, al menos en principio.

Señal de alarma

Sin embargo, si en algún momento vemos que el gato se lame continuamente la cola y, además, lo hace de manera compulsiva, debemos permanecer alerta porque podría ser una señal de alarma. Detrás de este comportamiento podría haber un malestar, a nivel físico o mental.

Una de las causas que explicaría este comportamiento es la presencia de pulgas. Las pulgas en gatos son muy peligrosas ya que la plaga puede extenderse en cuestión de días, teniendo en cuenta que las hembras pueden poner hasta 50 huevos diarios. El principal síntoma de la infestación por pulgas en gatos es el picor, lo que les lleva a lamerse y rascarse, e incluso morderse, con frecuencia.

También puede deberse a vasculitis, como se denomina a la inflamación de los vasos. Incluye un grupo muy amplio de enfermedades provocadas por la inflamación de los vasos sanguíneos.

Otra de las razones que pueden llevar a los gatos a comportarse de esta manera, es la presencia de alguna alergia, por ejemplo porque han posado su cola en algún lugar, y su sistema inmunitario ha reaccionado ante una determinada sustancia.

A todo esto hay que sumar el estrés. Sí, los gatos, al igual que los humanos, pueden sufrir estrés por muchos motivos diferentes, como un cambio en su rutina o la llegada de un nuevo anima casa. En este caso, lamerse la cola podría ser una forma de tratar de superar el malestar.

Los gatos tienen una lengua muy áspera, así que si la frotan de manera continuada en la cola, podrían sufrir daños muy graves en la piel. Por lo tanto, cuando observemos que la forma en que nuestro gato se lame la cola no es la habitual, debemos llevarle al veterinario para que le haga un chequeo.

Los gatos son, después de los perros, las mascotas más comunes en España. Desde el primer momento en el que llegan a casa se convierten en uno más de la familia, así que es normal tener dudas acerca de su salud.