Max Verstappen vuelve a ganar el Mundial de Fórmula 1 y con este título, el cuarto de su carrera y todos ellos de forma consecutiva, pasa a formar parte de un selecto club de tetracampeones del mundo que son historia de este deporte. Sólo seis pilotos, entre los que ya se encuentra, saben lo que es levantar el trofeo de la máxima categoría del deporte de motor, por lo que el holandés ya puede decir orgulloso que se sienta a la mesa nada más y nada menos que de Lewis Hamilton y Michael Schumacher (siete cada uno), Juan Manuel Fangio (cinco), y Alain Prost y Sebastian Vettel (los iguala con cuatro).
La estrella de Red Bull ya sólo tiene a tres pilotos con más títulos que él, por lo que superarlos y hacer historia sólo depende de él y del coche que le pueda ofrecer su equipo actual o aquel al que vaya a parar en un futuro. Este selecto club de tetracampeones al que se une catapulta a Verstappen hacia el olimpo del automovilismo, y aunque él siempre trate de desmarcarse de su rol de mito y diga con frecuencia que no le queda mucho tiempo en este circo, ya no hay nadie que le pueda quitar su condición de leyenda de la F1.
El año pasado, logrando el trofeo sobradamente, ya igualó los tres Mundiales de pilotos eternos como Jack Brabham, Jackie Stewart, Niki Lauda, Nelson Piquet y Ayrton Senna. Ahora, con su resultado en el Gran Premio de Las Vegas, asciende a otro estatus en el que ya encontramos los apellidos más prestigiosos de la historia de este deporte como son Hamilton, Schumacher, Vettel y Prost.
El contador no se paró en cuatro para el argentino, que conquistó su primer entorchado en 1951 y coleccionó cuatro más consecutivos en los años 1954, 1955, 1956 y 1957. La dificultad del logro del talentoso Fangio reside en haber ganado tres trofeos seguidos en tres escuderías distintas (Mercedes, Ferrari y Maserati). Antes de su fallecimiento en 1995, ya había escrito su nombre en las páginas más importantes de la historia de la F1 y también había dejado para el recuerdo sus épicos duelos contra otras leyendas como Alberto Ascari o Stirling Moss.
Verstappen ya iguala a Vettel
Mención aparte merece su antecesor en Red Bull, Vettel, al que ya empata. El alemán también mantuvo su reinado durante cuatro años consecutivos (2010, 2011, 2012 y 2013) y se convirtió en el ogro de Fernando Alonso a lo largo de su etapa en Ferrari. No es comparable con Verstappen, pues siempre ganó con el mejor coche de la parrilla a años luz del segundo. A diferencia de él, este año el holandés grabó en la memoria de todos actuaciones como su victoria en el GP de Brasil, escalando de la decimoséptima posición al escalón más alto del podio.
En los casos de Hamilton y Schumacher sobran las palabras. Los dos mejores pilotos de la historia dominaron durante siete temporadas y siguen manteniendo un duelo atemporal en ese olimpo automovilístico en el que ahora el inglés recogerá el testigo del alemán en Ferrari para intentar superarle con 40 años.
Un gran hueco en la historia de la F1
Michael levantó sus dos primeros títulos con Benetton-Ford y los cinco siguientes en Ferrari, donde se convirtió en la mayor leyenda de este deporte. De hecho, fue el propio Schumacher quien dejó su asiento a Hamilton en Mercedes y, con él, su lugar en la F1. 2013 fue el año del último Mundial de Vettel, lo que dio paso al reinado del británico durante más de un lustro.
Y es que Hamilton dominó la última década de la F1, con un título incluido en 2008 en McLaren, con Alonso de compañero. Seis campeonatos en siete años es el legado del inglés, aun en activo. El único año en mitad de esa racha que no ganó fue 2016. Lo logró su compañero, Nico Rosberg. De hecho, durante dos años batió a Vettel (2017 y 2018) y en 2019 y 2020 no tuvo rival hasta que en 2021 apareció Verstappen para arrebatarle el octavo en la última vuelta de la última carrera en Abu Dabi.